La pandemia puede haber exacerbado el ya alto riesgo de violencia contra los niños y
adolescentes Sin embargo, incluso antes de la pandemia, nuestra investigación muestra que las escuelas no siempre son seguras: la violencia en los entornos educativos y sus alrededores ya era un problema grave y universal.
A través de análisis secundarios de las Encuestas de violencia contra niños y jóvenes (VACS), hemos demostrado que los estudiantes de todo el mundo experimentan índices inaceptablemente altos de violencia física, sexual y psicológica relacionada con la escuela. Nuestra investigación también demuestra que las escuelas tienen un papel fundamental que desempeñar en la prevención y respuesta a la violencia.
A medida que las escuelas de todo el mundo comienzan a reabrir, los encargados de formular políticas educativas y los administradores escolares
debe priorizar la creación de entornos de aprendizaje seguros y equitativos para que todos los estudiantes puedan prosperar.