Desde su implementación en 2020, Niñas Poderosas ha brindado a cientos de niñas y jóvenes en América Latina y el Caribe recursos para fortalecer sus habilidades y conocimientos para ejercer sus derechos, promoviendo la equidad de género y el empoderamiento de las niñas y adolescentes en la región.
Es un sábado por la mañana en Bogotá, Colombia. Isabella, de 14 años, se sienta con la computadora en la sala de su casa. Hoy es la tercera sesión de los talleres de formación intergeneracional Niñas Poderosas, organizados por Tejiendo Redes Infancia, que estará centrada en los derechos de la niñez, con especial atención en los derechos de las niñas.
Isabella no es una niña real, pero representa a las decenas de niñas y adolescentes que participan cada dos semanas en los talleres “Derechos de la Niñez con enfoque de género e incidencia basada en datos” que forman parte del proyecto Niñas Poderosas y que abarcan temas como la violencia de género, la violencia sexual y el acceso a la educación.
Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe es una red regional, conformada por 22 organizaciones de la sociedad civil y coaliciones en 12 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, México, República Dominicana, Perú, Puerto Rico y Venezuela.
En los últimos años, se han dado importantes avances por parte de gobiernos y organizaciones de sociedad civil para eliminar las desigualdades de género en América Latina y el Caribe, incluyendo prevenir y eliminar la violencia contra la niñez.
Cada vez un mayor número de países en la región abordan la magnitud y consecuencias de la violencia contra la niñez y la importancia de los datos como evidencia para poder prevenirla y atenderla a través de legislación y políticas públicas.
Hasta el momento, cinco países han realizado una Encuesta sobre la Violencia contra las Niñas, los Niños y Adolescentes (VACS, por sus siglas en inglés) (Colombia, Honduras, Haití y El Salvador) o encuesta nacional (Guatemala) para medir la prevalencia de la violencia sexual, física y emocional contra personas adolescentes y jóvenes de 13 a 24 años de edad.
En países como Colombia, después de la realización de la encuesta se llevaron a cabo importantes cambios en la legislación para proteger los derechos de la infancia, incluyendo la prohibición del castigo físico o la eliminación de los plazos de prescripción para delitos de violencia sexual contra menores.
Pese a estos avances, las infancias siguen enfrentando numerosos desafíos que afectan su desarrollo y bienestar. Muchos de estos se manifiestan en mayor medida entre las niñas. Entre ellos se encuentran:
Teniendo en cuenta estos desafíos, los talleres de Niñas Poderosas brindan la oportunidad a las participantes de crear redes y conocer a otras jóvenes que luchan por sociedades más justas e igualitarias en América Latina y el Caribe.
Los talleres son facilitados por especialistas e integrantes de organizaciones de la sociedad civil en América Latina, incluyendo a una adolescente o joven, como Esmirna Beltre (21 años), de República Dominicana, que forma parte del Global Girl Leaders Advisory Group de UNICEF o Camila Ollín Pérez Murcio (19 años), de México, fundadora del colectivo “Evaluación Justa”, que promueve la participación de la niñez y la juventud en las reformas educativas.
Esta sesión comienza con una presentación sobre cómo las desigualdades estructurales de nuestras sociedades afectan a las niñas, y cómo impactan en sus aspiraciones.
La educación y alfabetización digital también son temas cruciales para niñas y jóvenes en la actualidad. Durante el taller, se aborda el acceso limitado de las niñas a las tecnologías, y se da espacio para realizar preguntas a las personas expertas.
También se habla sobre la importancia de crear redes de apoyo y de colaboración entre niñas, mujeres jóvenes y la sociedad civil en toda la región.
El proyecto ha fomentado la creación de estas redes, llamadas “Organizaciones Impulsoras de Niñas Poderosas”, donde participan mujeres y organizaciones de la sociedad civil interesadas en promover entornos más inclusivos y seguros para las niñas y mujeres jóvenes.
Los talleres incluyen una serie de recursos de aprendizaje, así como recomendaciones prácticas y acciones concretas para las participantes, con el objetivo de facilitar sus actividades y acciones en sus comunidades.
A través de recursos como manuales, vídeos, películas, libros y recursos online, los talleres proporcionan un espacio de diálogo y reflexión y promueven acciones para fortalecer sus capacidades de crear cambios positivos en sus comunidades.
A pesar del éxito de Niñas Poderosas, el proyecto ha encontrado ciertos desafíos. Desde el acceso a internet de calidad y a herramientas como un equipo de cómputo o un celular (principalmente en comunidades rurales), hasta la dificultad de llegar a ciertos países de Centroamérica.
Otras dificultades vinculadas a los horarios escolares o laborales de las jóvenes, lograron resolverse con sesiones sabatinas. Estos desafíos han requerido esfuerzos continuos de difusión y un trabajo creativo para subsanar cada uno de los retos.
A la par del trabajo con las adolescentes, jóvenes y con organizaciones de la sociedad civil Niñas Poderosas está trabajando con personas tomadoras de decisiones, gobiernos y organismos internacionales para promover políticas públicas que garanticen los derechos de las niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe.
Por ejemplo, la iniciativa ha sido instrumental en la promoción y adopción de políticas y reformas educativas en el Senado de la República de México para proteger a las niñas y mujeres jóvenes contra la violencia digital y machista, sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de la equidad de género, la alfabetización digital y la seguridad en línea.
A partir de los conocimientos adquiridos en los talleres, Niñas Poderosas fortalecerá la creación de miniproyectos, llamados Semillas Digitales y Comunitarias. Éstos estarán liderados por las adolescentes y jóvenes acompañadas de mentorías realizadas por mujeres de organizaciones impulsoras y consistirán proyectos de ciberactivismo o en terreno, con enfoque de derechos humanos, perspectiva de género y uso de datos confiables que tengan por objetivo prevenir la violencia de género y empoderar a niñas y jóvenes a partir de diversos temas.
Niñas Poderosas también establecerá alianzas estratégicas con organizaciones locales e internacionales para ampliar la sostenibilidad y el impacto del proyecto a largo plazo.
Finalmente, se continuará trabajando en la incidencia de políticas públicas, promoviendo leyes y programas que garanticen la igualdad de género, frenen la violencia machista y la protección de los derechos digitales en la región.
En sólo unos años, Niñas Poderosas se ha convertido en una iniciativa líder desarrollada e implementada por una organización regional que está contribuyendo a una sociedad más justa, igualitaria y segura para las niñas y mujeres jóvenes en América Latina y el Caribe. Este testimonio demuestra su impacto en las niñas y jóvenes participantes:
Para mayor información pueden seguir el #niñaspoderosas o visitar tejiendoredesinfancia.org/ninaspoderosas