La violencia contra niños, niñas y adolescentes es una problemática de salud pública que afecta el adecuado desarrollo de los individuos y, por tanto, de las comunidades. Se evidencia que el ser víctima o testigo de algún tipo de violencia perpetua el ciclo de violencia, en el cual se naturaliza y normaliza el maltrato como parte del establecimiento de creencias sociales aceptadas y replicadas generación tras generación.
El presente estudio pretende establecer la asociación entre el ser víctima de violencia (física y emocional) por parte de los padres o cuidadores principales y el ser víctima de violencia por parte de la pareja en la adultez y ser perpetrador de violencia física y sexual en la adultez. Para lo anterior se utilizaron los datos de la Encuesta de Violencia contra los Niños, Niñas y Adolescentes en Colombia (2018). Estos datos colombianos también se compararon con otros países a los cuales se les aplicó la VACS. Se realizó un análisis de regresión múltiple en el cual se identificó que el ser víctima o testigo de violencia física y psicológica en la infancia o adolescencia aumenta las probabilidades de ser perpetradores y ser víctimas de violencia de pareja en la adultez con los datos en Colombia. En adición, se hizo un comparativo de estas violencias entre Municipios PDET y No PDET en Colombia.